INDIA ES UNA TIERRA CON UN LEGADO INFINITO:
ARANTXA CORRALES, ESPAÑA
Varsha Venkataraman 9 julio 2021
¿Cómo se encontró con el canto védico?
Conocí el canto védico a través de la tradición de Krishnamacharya en la figura de TKV Desikachar. En 2009 Sir acudió a Barcelona junto a su hijo Kausthub a impartir unos seminarios y yo viajé a Londres el año siguiente a unos seminarios de verano. En ambos, Sir cantaba al empezar y finalizar el día y, como es costumbre en esa tradición, también cantábamos durante la práctica. El canto entró directamente en mi corazón al escucharlo y desde entonces no me abandonó. Por aquél entonces, yo había acabado mi primera formación de yoga y continué estudiando con una alumna de Sir y Claude Maréchal, Montserrat Serra, y por ella supe de la existencia de Núria Vinyals, maestra que en Barcelona imparte canto védico. Por entonces, aún no estudiaba canto, sólo escuchaba e intentaba interpretar la transliteración IAST desde el devanāgarī. En ese interín, me convertí en madre de mi hija Uma. Cuando en 2015 retomé el contacto con Kausthub Desikachar e inicié con él estudios, me puse en contacto con Núria Vinyals para aprender. A través de ella llegué a la recién desaparecida Radha Sundararajan y, junto a Shantala, es con quienes estudio.
¿Qué te hizo querer aprender? Nada en particular y todo en general. No fue algo que yo decidí. Escuchar canto y querer aprenderlo y cantarlo fue instantáneo e inmediato. Antes de estudiarlo formalmente con textos, ya cantaba de oído, como se hace en la tradición.
¿Cómo ha sido para ti la tutoría de Shantala? Admiro profundamente de Shantala su entrega al canto y a la enseñanza, su claridad, su precisión, su compromiso ineludible y su perserverancia en la práctica. Y considero que su sistema de estudio es un regalo para sus estudiantes que podemos comprender rápida y fácilmente las reglas del canto mientras lo practicamos. Actualmente estudio con ella una sādhana de 1 año y acudo a tantas convocatorias organiza cuyo horario me es viable. Shantala es una gran inspiración.
¿Qué significa el Yoga para ti?
El yoga para mí es la posibilidad de unión con Lo Divino, la posibilidad de traer el cielo a la tierra y tener una buena existencia en esta aventura terrenal que es nuestra vida. ¿Cómo ha sido el viaje con el Yoga desde que comenzaste? Un viaje muy hermoso ciertamente, lleno de altibajos como todos los caminos, con esas partes escarpadas donde sientes que quieres desistir y con esas partes maravillosas donde el paisaje es absolutamente embriagador y quisieras quedarte allí. Pero siento que siempre hay que avanzar, el yoga no se acaba jamás, como estudiante es lo que más me atrajo: saber que jamás sabré todo lo que hay que saber pero que puedo dejarme sostener siempre por esa certeza de estar acompañada y bendecida y entregarme a ella con mayor amor cada vez.
Te entrenaste bajo el gran TKV Desikachar. ¿Cómo fue la experiencia?
La verdad es que tuve el privilegio de estar poco tiempo físico junto a Sir pero aquellos momentos los atesoro de forma profunda en mi corazón: su mirada, su aura, su energía, su amabilidad… lo recuerdo como un ser humano muy humano, muy real, muy de verdad. Lo conocí en los últimos años de su enseñanza y su transmisión estaba muy centrada en la relación con Lo Divino, algo que me resonaba muchísimo. En mi trayectoria, ha sido crucial haber estado con él tras mi primera formación de yoga para dirigir mis pasos hacia el estudio de su tradición.
Si hay un mensaje de Śrī Krishnamacharya que aprecias mucho y ha creado un impacto en ti, ¿cuál sería?
De Śrī Krishnamacharya agradezco profundamente el gran regalo que legó a la humanidad con su propia existencia, como fue capaz de encarnar una energía tan poderosa y verdadera y, como humildemente, la transmitió. Siento que siempre estuvo al servicio de Lo Divino y que puso toda su intención en preservar las formas y los contenidos de las enseñanzas que permiten conectar con el estado de yoga. También lo percibo como un ser con tal conocimiento que tuvo que legar su sabiduría en varios recipientes-alumnos, aunque siento que en TKV Desikachar depositó el epítome de su enseñanza. Que abriera la posibilidad de práctica del canto védico a las mujeres y a los occidentales es otro de los grandes regalos que nos legó. El mensaje que más me impactó: Inhala y Dios se acerca. Mantén la respiración y Dios permanece contigo. Exhala y tú te acercas a Dios. Mantén la exhalación y entrégate a Dios. Īśvarapraṇidhāna es la senda con mayúsculas del yoga. Sublime.
¿Cómo desarrollaste Śāntyāyoga?
Śāntyāyoga se desarrolló a partir de mi experiencia en la profesión del yoga. He trabajado como profesora desde 2006 y, después de ser mamá en 2011 y especializarme en yogaterapia, sentí que era una etapa que ya tocaba a su fin y había de evolucionar hacia la formación de profesores, por un lado, y la individualización desde la yogaterapia en la relación con los alumnos, por otra.
En ese sentido, Śāntyāyoga nació con la intención de recuperar el estudio de la tradición y la práctica de sus enseñanzas ante la avalancha de estilos de yoga que se instalan en lo superficial (normalmente enfocados en el cuerpo y el logro de āsana-s acrobáticos) y se olvidan de lo esencial (el trabajo sobre la mente y el corazón, la relación con Lo Divino, la transformación íntima y silenciosa que se opera en el yogī o yogīni, el canto védico, el estudio de Patañjali…) y pretende recuperar la relación profesor-alumno para vivenciar que es a través de ella que sucede la sanación, la evolución, el desvelamiento de la verdad y el establecimiento del ser en esa paz tranquila y autocentrada que es nuestra naturaleza. Śāntyāyoga enseña y aprende simultáneamente porque es en esa relación en la que un solo corazón, una sola mente y una sola acción acontecen en sincronía entre ambas partes y con la Vida y esa presencia es lo que pretendemos cultivar.
¿Qué implica?
Para alcanzar esos objetivos, acompaño a estudiantes en su proceso de yogaterapia individual, mentorizo a profesores de yoga y yogaterapeutas en la práctica de su docencia y formo a nuevos profesores de yoga. Trabajo online y presencial y me centro en la transmisión de la tradición de Krishnamacharya (absolutamente influida por los Veda y el estudio de Patañjali y otros textos) y en el canto védico. Al mismo tiempo, sigo recibiendo formación por parte de Víctor Morera de PranamanasYoga, estudio Bhagavad Gītā con Kausthub Desikachar y me formo en canto védico con Núria Vinyals y Shantala Sriramaiah.
¿Qué es el proyecto Pranamanasyoga?
Pranamanasyoga es un proyecto formativo creado por Víctor Morera y Grazia Suffriti en 2009. Proviene de las formaciones terapéuticas y de salud en el yoga en que Víctor enseñaba a individualizar las prácticas para atender a las necesidades específicas de cada persona y se une al saber de Grazia en la tradición de Krishnamacharya como profesora y yogaterapeuta. Ofrecen formación en yogaterapia de acento clásico, actualizada con los modernos puentes que tienden las nuevas medicinas occidentales e incluyen el método MOC® (Movimiento Orgánico Consciente), una propuesta meditativa cuyo soporte es el contacto con el cuerpo mediante órdenes sensoromotoras cuya finalidad es generar estados de conexión y sensibilidad corporal, para diluir tensiones somáticas y permitir acceder a un estado de profunda relajación, que favorece la libre circulación del prāṇa. Víctor es un excelente e inspirador maestro y ser humano y el MOC® es un regalo que nos ofrece.
¿Trae diferentes formas de salud y medicina para integrarse con el Yoga Clásico?
Sí, definitivamente. En una sociedad mercantilista atestada de cientos de loquesea-yoga, Pranamanas ofrece autenticidad, síntesis, un verdadero yoga (unión). Una integración de la esencialidad de la tradición yóguica más sólida (Krishnamacharya) y de los caminos de sanación que recogen la experiencia ancestral de toda la humanidad pero que son, al mismo tiempo, innovadores y actuales (neurociencia, psiconeuroinmunología, sintergética, sanación energética, movimiento orgánico consciente…). Y eso es una gran oportunidad para ofrecer un acompañamiento integral y desarrollar un verdadero camino sanador a través del yoga.
¿Por qué es importante este proyecto?
Porque en occidente no hay en general una capacidad de autogestión de la salud y, por los mapas médicos que maneja -salvo excepciones-, contempla el cuerpo sin interdependencia ni interinfluencia con otros aspectos del ser humano. El propio yoga grupal que se enseña es de una superficialidad insultante. En ese sentido, Pranamanas abre la posibilidad de vivenciar en ti otro yoga para que, desde tu experiencia y transformación, puedas llevarlo a otros. También está extendido en todo el territorio: Barcelona, Madrid, San Sebastián, Valencia, Sevilla… y eso genera nueva comunidad y expansión. Pranamanas es la catapulta desde la que se lanza un nuevo concepto de autogestión de la salud y una red de yogaterapeutas que trabajan interdependientemente con otros profesionales en el acompañamiento, prevención y cuidado de la salud individual y grupal.
¿A qué apunta?
El proyecto se dirige a profesores de yoga, porque se necesita estar familiarizado con ciertas ciertas bases de experiencia y conocimiento. Lamentablemente, una de las primeras evidencias que constatamos era la falta de formación en los principios del yoga clásico de los profesores que acudían a Pranamanas. Esto dificultaba la transmisión y, justo después de haber sido tutora en lo relativo a la tradición y los Yoga sūtra, decidí lanzarme a cubrir esa carencia ofreciendo mis primeros cursos de formación para profesores. Considero que es una base esencial y necesaria para el ejercicio de al profesión, ya sea grupal y -sobre todo- si es individual.
Núria Vinyals, Radha Sundararajan y Arantxa Corrales
Has tenido un largo viaje con la India a través del yoga y el canto. ¿Cómo te ha ido?
Pues estupendamente. Desde muy joven (niña prácticamente) siento mucha vinculación con la cultura védica y la India y siento que es una tierra que recibió un legado infinito y que lo preserva. También siento que quiero contribuir a la custodia de ese legado.
¿Ha visitado la India antes? ¿Como fue la experiencia?
Pues… aún no he estado en India. Hace muchos años, un amigo y maestro español, Vicente Merlo, gran estudioso y traductor de Aurobindo, me dijo Tal vez quien lleva al Kailash en su corazón, no necesita peregrinar físicamente a verlo… En cualquier caso, sé que en algún momento iré a India, seguro. Ahora la cuestión es mucho más mundana: organización, familia… Lo que es verdad es que algo muy profundo proveniente de allí habita en mi corazón, de modo que la visita está asegurada.
Aprender sánscrito debe haber sido un desafío. ¿Dónde aprendiste el idioma y cuáles fueron los desafíos?
De hecho, en ello estoy. Desde niña y como periodista, tengo mucha facilidad para lo lingüístico y fonético. Y también una gran memoria. Eso me ayuda con la impresión y el almacenamiento de nueva información en mi mente. Después soy muy obstinada y perseverante. Y no estoy feliz interiormente hasta que algo no sale como considero correcto. Así que este tapas es de mucha ayuda. Actualmente, me desenvuelvo muy bien con la transliteración del sánscrito y la comprensión del significado de las palabras -significado que reside en su sonido- y soy más principiante con el devanāgarī, así que insisto en él. Lo que más me ha sorprendido del estudio es la revelación del sonido como fuente de la manifestación y todo lo oculto en el sonido y la voz. De hecho, en mi experiencia, al invocar (in-voz) he hallado mi voz (voc-ación) y eso es el desafío y la recompensa al mismo tiempo: a través del mantra, ser capaz de establecerme en mi propia forma.
¿Qué tan popular es el uso del Yoga como terapia en España?
Pues aún estamos abriendo nicho. En España la situación con el yoga es curiosa: en los 70, 80, 90 y primera década de los 2000 había grandes formadores -muchos de ellos en activo- pero, a partir del 2010 -seguramente antes e influido por la dinámica norteamericana- empezaron a proliferar formaciones avaladas por asociaciones extranjeras que con una duración de 200, 300 o 500h colocaban profesores en el mercado, profesores que obviamente no habían tenido tiempo de realizar un proceso vital de transformación lo suficientemente consistente como para guiar a otro. Y estas personas se han lanzado a enseñar a otros en formaciones aún más breves. Por otro lado, federaciones de yoga formalizaron las formaciones para que fueran oficiales enmarcándolas en 550h y dentro del ámbito deportivo de nivel preuniversitario. Un despropósito, desde mi punto de vista, porque contribuyó a relacionar yoga sólo con el cuerpo. El resultado es un número excesivo de profesores no verdaderamente formados y un número muy reducido de formadores solventes con apenas visibilidad.
Esta situación influye en la concepción del yoga que se tiene en España: hemos pasado del yoga para señoras mayores de los 80 o 90 al yoga para jóvenes acróbatas de 20 años de la actualidad. Así que muchas personas ya ni se acercan al yoga grupal por no sentirse dentro de ese target a no ser que tengan la suerte de encontrar un profesor que sí sepa adaptar el yoga a las necesidades de su grupo.
Con este panorama, la yogaterapia queda reducida a un número reducido de personas que son un mix entre alumnos de grupo que dan el paso a lo individual para profundizar, personas que sienten que no tienen cabida en lo grupal por circunstancias personales (timidez, obesidad, diversidad funcional…) o, como en mi caso, profesores de yoga que buscan una práctica personal y con el boca oreja traen a otros.
En su opinión, ¿qué importancia tiene integrar el yoga y los cantos védicos en la medicina para promover la salud?
Una importancia enorme. Está más que demostrado que el yoga favorece la salud en lo corporal, lo vital, lo emocional, lo psicológico, lo mental, lo anímico… no conozco a nadie que no se sienta bien con el yoga. El yoga es, además de muchas otras cosas, un modo de estar y sentirse bien dentro y con uno. Y eso es bienestar y salud. Para mí el canto védico, el mantra, es la más herramienta más poderosa y sanadora del yoga -entre otros motivos, por su obvio trabajo sobre el alargamiento de la exhalación- y siempre lo incluyo en las prácticas: recitando Oṃ o śāntiḥ o breves mantras al sol, la luna u otros aspectos en las prácticas grupales e individuales, como recurso en las prácticas de yogaterapia y con la escucha de un mantra en la parte final y, para los alumnos que los estudian en profundidad, prescribo el canto de algunos mantras como parte de su sādhana.
Vemos tantas adaptaciones de Yoga como Dog Yoga, Beer Yoga y más. ¿Por qué nos hemos apartado del concepto de Yoga clásico? ¿Por qué el Yoga se ha limitado a solo asanas?
Creo que por pura comodidad. Esta posmodernidad occidental está caracterizada por un estado mental muy vata prakopa: poco o nada focalizado, lleno de ansiedad, impaciencia, superficialidad, dispersión, escasa capacidad de concentración, dejadez, deseo de resultado inmediato… y con una desconexión o distorsión muy profunda con lo espiritual. Este cóctel genera que pocas personas tengan la habilidad para desarrollar un kriya yoga (tapas-svādhyāya-īśvarapraṇidhāna) significativo que es la base del camino. Si no soy capaz de practicar la misma práctica 20 o 30 días seguidos, para darme tiempo de observar el proceso del cambio en la mente y la materia desde la vivencia; si no soy capaz de sentarme a observar mi respiración, recitar un mantra sencillo, leer a Patañjali o la Gītā, estudiar o inspirarme con un texto sagrado; y si estoy tan identificado con mi pequeño ego y sus expresiones (status, profesión, posesiones…) como para entregarme a la Vida que me atraviesa a cada instante… ¿dónde pretendo llegar? ¿qué camino pretendo recorrer? ¿qué sentido tiene la vida?
Creo que la dificultad de poder practicar esas 3 sencillas y básicas acciones en nuestro día a día es la razón para que triunfe ese yoga superficial e incoherente (que ni yoga debería llamarse) y nos olvidemos lo esencial. La pregunta es: ¿Quieres ser instructor (o practicante, da igual) de āsana o de yoga? Yoga es mucha más que āsana. Yoga es una experiencia vital íntima, personal, silenciosa, anónima, de poco a poco, que con suavidad a veces y con rudeza otras te desvela, te forja, te pule, te moldea… para ayudarte a eliminar lo que no eres y que emerja lo que eres y para eso se necesita tiempo, dedicación y mucho amor. Y cuando eso va aconteciendo experiencias el descubrimiento y la consolidación en tu verdadera y única naturaleza, necesaria para el orden cósmico. Como dice un poemita que escribí hace años:
Sé el grano de arena que habita en el desierto pero sabe que el desierto habita en ti.
Sé la gota de agua que reside en la inmensidad del océano pero reconoce que la inmensidad emerge de ti.
Sé la estrella que resplandece con su brillo en el firmamento pero vive que el firmamento también eres tú.
Concreción en la disolución,disolución en la concreción,
porque Uno es Todo y Todo es lo Mismo.
Este es para mí el yoga que permite degustar la esencia y sabor originales.
Profundamente complacida y agradecida por vuestra atención.
Oṃ śāntiḥ
For Arantxa Corrales, the connection between her and the Vedic culture in India has been very strong. She calls it a land that has an infinite legacy that is worth preserving and she wants to contribute to safeguarding that legacy.
Arantxa is a Yoga instructor from Spain and has developed Santyayoga, a style of Yoga inspired by the teachings and tradition of Krishnamacharya. She has been learning Vedic chanting under the tutelage of Shri TKV Desikachar, his son Kaustubh, and Shantala Sriramaiah (student of Shri Challekere Srinivasan) who is based in Belgium.
In conversation with CSP, she tells us about her journey with Vedic chanting and Yoga, and how she has incorporated them in her life. Yoga, to Aran, is the possibility of union with the Divine, the possibility of bringing heaven to earth and having a good existence in this earthly adventure that is our life.
How did you come across Vedic chanting and what was it that drew you to learn?
I learned about Vedic chanting through the Krishnamacharya tradition in the figure of TKV Desikachar. I had the opportunity to attend his seminars when he came to Barcelona in 2009 with his son Kausthub and when I travelled to London the following year for summer seminars. At those seminars, Sir chanted at the beginning and end of the day and as is habit in that tradition we would also chant during practice. The chant entered my heart directly when I listened to it and since then it has not left me. At that time, I had finished my first yoga training and continued studying with a student of Sir, Claude Maréchal, Montserrat Serra, and through her I learned of the existence of Núria Vinyals, a teacher who teaches Vedic chanting in Barcelona. When in 2015 I reconnected with Kausthub Desikachar and started my studies with him, I got in touch with Núria Vinyals to learn. Through her I came to the recently disappeared Radha Sundararajan and, together with Shantala Sriramaiah with whom I study.
Nothing in particular and everything in general. It was not something that I decided. Listening to chants and wanting to learn and chant them was instantaneous and immediate. Before studying it formally with texts, I was already chanting by ear, as is done in tradition.
How has the journey with Yoga been from the time you began?
A very beautiful journey certainly, full of ups and downs like all roads, with those steep parts where you feel that you want to give up and with those wonderful parts where the landscape is absolutely intoxicating and you would like to stay there. But I feel that you always have to move forward, yoga never ends, as a student it is what attracted me the most: knowing that I will never know everything there is to know but that I can always let myself be supported by that certainty of being accompanied and blessed and surrendering myself to it with greater love each time.
How did you develop Santyayoga and what does it entail?
Śāntyāyoga developed from my experience in the yoga profession. I have worked as a teacher since 2006 and, after being a mother in 2011 and specializing in yoga therapy, I felt that it was a stage that was already coming to an end and had to evolve towards teacher training, on the one hand, and individualization from yoga therapy in the relationship with the students, on the other.
In that sense, Śāntyāyoga was born with the intention of recovering the study of tradition and the practice of its teachings in the face of the avalanche of yoga styles that are installed in the superficial (normally focused on the body and the achievement of acrobatic āsana-s) and they forget the essential (the work on the mind and the heart, the relationship with the Divine, the intimate and silent transformation that takes place in the yogī or yogīni, the Vedic chantimg, the study of Patañjali …) and pretends recover the teacher-student relationship to experience that it is through it that healing, evolution, the unveiling of the truth and the establishment of being in that calm and self-centered peace that is our nature happens. Śāntyāyoga teaches and learns simultaneously because it is in that relationship in which a single heart, a single mind and a single action occur in synchrony between both parties and with Life and that presence is what we intend to cultivate
To achieve these goals, I accompany students in their individual yoga therapy process, mentor yoga teachers and yoga therapists in their teaching practice, and train new yoga teachers. I work online and in person and I focus on the transmission of the Krishnamacharya tradition (absolutely influenced by the Veda and the study of Patañjali and other texts) and on Vedic chanting. At the same time, I continue to receive training from Víctor Morera from PranamanasYoga, I study Bhagavad Gītā with Kausthub Desikachar and I am trained in Vedic chanting with Núria Vinyals and Shantala Sriramaiah.
What is the Pranamanasyoga project? Does it bring different forms of health and medicine to integrate with Classical Yoga?
Pranamanasyoga is a training project created by Víctor Morera and Grazia Suffriti in 2009. It comes from the therapeutic and health training in yoga in which Víctor taught to individualize practices to meet the specific needs of each person and joins the knowledge of Grazia in the tradition of Krishnamacharya as a teacher and yoga therapist. They offer training in yoga therapy with a classic accent, updated with the modern bridges that new western medicines tend to and include the MOC® method (Conscious Organic Movement), a meditative proposal whose support is contact with the body through sensorimotor orders whose purpose is to generate states of connection and corporal sensitivity, to dilute somatic tensions and allow access to a state of deep relaxation, which favours the free circulation of prāṇa. Victor is an excellent and inspiring teacher and human being and the MOC® is a gift that he offers us.
Yes, it definitely brings Classical Yoga together with health and medicine. In a mercantile society crammed with hundreds of foo-yoga, Pranamanas offers authenticity, synthesis, a true yoga (union). An integration of the essentiality of the most solid yogic tradition (Krishnamacharya) and of the healing paths that collect the ancestral experience of all humanity but that are, at the same time, innovative and current (neuroscience, psychoneuroimmunology, sintergetics, energy healing, conscious organic movement…). And that is a great opportunity to offer a comprehensive accompaniment and develop a true healing path through yoga.
Why is this project significant? What does it target?
Because in the West, in general, there is no capacity for self-management of health and, due to the medical maps that it handles -except for exceptions- it contemplates the body without interdependence or inter-influence with other aspects of the human being. Group yoga that is taught is insultingly superficial. In that sense, Pranamanas opens the possibility of experiencing another yoga in yourself so that, from your experience and transformation, you can take it to others. It is also spread throughout the territory: Barcelona, Madrid, San Sebastián, Valencia, Seville … and that generates a new community and expansion. Pranamanas is the catapult from which a new concept of self-management of health is launched and a network of yoga therapists who work interdependently with other professionals in the accompaniment, prevention and care of individual and group health.
The project is aimed at yoga teachers, because you need to be familiar with certain bases of experience and knowledge. Unfortunately, one of the first evidences that we found was the lack of training in the principles of classical yoga of the teachers who attended Pranamanas. This made the transmission difficult and, just after having been a tutor regarding the tradition and the Yoga sūtra, I decided to launch myself to fill that gap by offering my first training courses for teachers. I consider that it is an essential and necessary base for the exercise of the profession, whether in a group and -especially- if it is individual.
In your opinion, how important is it to integrate Yoga and Vedic chants in medicine to promote health?
An enormous importance. It is more than proven that yoga favors health in the body, the vital, the emotional, the psychological, the mental, the emotional … I do not know anyone who does not feel good with yoga. Yoga is, in addition to many other things, a way of being and feeling good within and with yourself. And that is wellness and health. For me the Vedic chanting, the mantra, is the most powerful and healing tool of yoga -among other reasons, due to its obvious work on lengthening the exhalation- and I always include it in the practices: reciting Oṃ or śāntiḥ or short mantras to the sun, the moon or other aspects in group and individual practices, as a resource in yoga therapy practices and with listening to a mantra in the final part and, for students who study them in depth, I prescribe the chanting of some mantras as part of their sādhana.
How popular is using Yoga as therapy in Spain?
Well, we are still opening a niche. In Spain, the situation with yoga is curious: in the 70s, 80s, 90s and the first decade of the 2000s there were great trainers -many of them active- but, as of 2010 -surely before and influenced by the North American dynamics- they began to proliferate formations endorsed by foreign associations that with a duration of 200, 300 or 500h placed teachers in the market, teachers who obviously had no time to carry out a vital transformation process consistent enough to guide another. And these people have set out to teach others in even shorter formations.
On the other hand, yoga federations formalized the trainings to be official, framing them in 550h and within the pre-university level sports field. A nonsense, from my point of view, because it contributed to relate yoga only with the body. The result is an excessive number of teachers who are not truly trained and a very small number of solvent trainers with little visibility.
This situation influences the conception of yoga in Spain: we have gone from yoga for older ladies of the 80s or 90s to yoga for young acrobats in their 20s today. So many people no longer approach group yoga because they do not feel within that target unless they are lucky enough to find a teacher who does know how to adapt yoga to the needs of their group.
With this panorama, yoga therapy is reduced to a small number of people who are a mix between group students who take the step individually to deepen, people who feel they have no place in the group due to personal circumstances (shyness, obesity, functional diversity …) or, as in my case, yoga teachers who seek a personal practice and with their mouths bring others.
Núria Vinyals, Radha Sundararajan y Arantxa Corrales
Why have we strayed away from the concept of classical Yoga? Why has Yoga been restricted to just asanas?
I think for sheer convenience. This western postmodernity is characterized by a very vata prakopa state of mind: little or not at all focused, full of anxiety, impatience, superficiality, dispersion, poor concentration, laziness, desire for immediate results … and with a very deep disconnection or distortion with the spiritual. This cocktail causes few people to have the ability to develop significant kriya yoga (tapas-svādhyāya-īśvarapraṇidhāna) which is the basis of the path. If I am not able to practice the same practice for 20 or 30 days in a row, to give myself time to observe the process of change in mind and matter from the experience; if I am not able to sit and observe my breathing, recite a simple mantra, read Patañjali or the Gītā, study or be inspired by a sacred text; and if I am so identified with my little ego and its expressions (status, profession, possessions …) as to surrender myself to the Life that crosses me at every moment … where do I intend to go? What path do I intend to travel? What is the meaning of life?
I think that the difficulty of being able to practice these 3 simple and basic actions in our day to day is the reason for that superficial and incoherent yoga (which should not even be called yoga) triumphs and we forget the essentials. The question is: Do you want to be an instructor (or practitioner, it doesn’t matter) of āsana or yoga? Yoga is much more than āsana. Yoga is an intimate, personal, silent, anonymous life experience, little by little, that gently at times and roughly at others reveals you, forges you, polishes you, moulds you … to help you eliminate what you are not and that what you are emerges and for that it takes time, dedication and a lot of love. And when that happens you experience the discovery and consolidation in your true and unique nature, necessary for the cosmic order.
As a little poem I wrote years ago says:
Be the grain of sand that lives in the desert but knows that the desert lives in you.
Be the drop of water that resides in the vastness of the ocean but recognize that the vastness emerges from you.
Be the star that shines with its brilliance in the sky but lives that the sky is also you.
Concretion in dissolution, dissolution in concretion,
because One is All and All is the Same.
This is for me the yoga that allows you to taste the original essence and flavor.
Aran hasn’t been to India yet but she says: Many years ago, a friend and Spanish teacher, Vicente Merlo, a great scholar and translator from Aurobindo, told me ‘Perhaps whoever carries the Kailash in his heart, does not need to physically make a pilgrimage to see it…
¿Por qué es importante
pronunciar correctamente los mantra-s?
Porque los Veda son enseñanzas sagradas reveladas, escuchadas y transmitidas de un solo y preciso modo.
Por buena que sea nuestra intención, si cantamos, enseñamos, recitamos y compartimos estos mantras sin estar presentes las reglas del canto védico estamos creando confusión y ruido, alterando el sonido y el espacio donde éste se manifiesta y alejándonos y alejando a las personas del estado de yoga al que supuestamente queremos acompañar.
Para trabajar con algo tan puro y esencial como el sonido, que nuestros pilares sean el rigor, al profesionalidad, la práctica, el compromiso y el estudio.
Por algo svādhyaya es originalmente al recitación del mantra, porque recitar correctamente el mantra es serlo y serlo es yoga.
En este vídeo, Kausthub Desikachar lo explica muy convincentemente.
Ser quien eres
El grano está en el desierto
pero el desierto también está en el grano.
Concreción en la disolución,
disolución en la concreción,
porque Uno es Todo
y Todo es lo Mismo.
Sé el grano de arena que habita en el desierto pero sabe que el desierto habita en ti.
Sé la gota de agua que reside en la inmensidad del océano pero reconoce que la inmensidad emerge de ti.
Sé la estrella que resplandece con su brillo en el firmamento pero vive que el firmamento también eres tú.
Está bien ser quien eres.
Y ser quien eres es mucho más total e íntegro que el propio bien y mal y que cualquiera de las dualidades que creamos a diario.
Ser quien eres y abarcar en un abrazo compasivo y de aceptación todo lo que es en ti es realizador: es la manera en que la conciencia ha decidido manifestarse en tu energía, en que la forma surge de la no forma. A menudo, creemos que debemos ser otra cosa e, hipócritas, fingimos ser lo que no somos y caminar en pos de un ideal que no nos pertenece. Queremos ser sin no ser, porque creemos que ser es ser sólo el ideal. Queremos lleno sin querer vacío. Y ése es el ideal que nuestro ego, condicionado por tendencias inmemoriales, desea conformar. Un ideal que satisface los mandatos recibidos y generados, marcados a puro fuego en nuestra memoria, pero que desde nuestro centro más íntimo, no nos satisfacen en absoluto.
Mas no, tú no, tú sé quien eres, es tu verdadera opción en este tránsito vital que es la existencia encarnada. Sé grano y desierto. Sé gota y océano. Sé estrella y firmamento. Sé quien eres: total, íntegro, completo, profundamente revolucionario y transformador.
Ser quien eres es entregarse por completo a la vida, es abrir los brazos y permitir que la voluntad de la vida se haga en ti, se realice en ti, se actualice en ti instante a instante, presente a presente, sin ataduras, sin ligazones, sin deseos de ser de cualquier otro modo que no es el elegido por la vida para ti. Todos tenemos una manera concreta de ser, un modo único de hacerlo, una forma precisa que es necesaria que sea así, aunque la razón quede muy lejos para nuestra comprensión. El desierto, el océano, el firmamento necesitan de tu manifestación enforma de grano, gota o estrella.
Ser quien eres es sentir que eres feliz, pleno, porque en esa entrega, en esa aceptación, reside la vida manifestándose de modo creativo, único y original. Y sabes reconocerlo.
La energía creadora -complementaria de la conciencia única, que le insufla hálito e impulso autoevolutivo de trascendencia- es múltiple, de ello que seamos tan diferentes. Pero cada uno ha de ser su propia diferencia, cada uno ha de ser su propia esencia, cada uno ha de encarnar su propia realidad, porque es en esta individualidad múltiple que todos conformamos la gran unidad.
Por eso, tú sé quien eres, sin concesiones, sin ambages, sin parangones.
Ser quien eres te permite entrar en el flujo de la vida, te permite darte cuenta de que la vida está sosteniéndote segundo a segundo, que la interrelacionada cadena y la interdependiente red que formamos necesita que te manifiestes de la manera en que sientes que debes hacerlo, natural, sin esfuerzo, sin trabas, sin quehaceres mentales y egoicos de querer ser otra cosa. Es nuestro designio, escogido de alguna manera por nuestro yo más profundo antes de nacer.
Ser quien eres es hacer las paces y dejar de luchar, dejar de querer ser y simplemente ser, es aceptar profunda y sagradamente aquello que ha de emerger de ti. Es ser un instrumento de la Vida, pues a su lado tu idea de autoexistencia y de agente hacedor es insignificante. Es vaciarte de aquello de lo que te llenas, es sostener ese vacío que te produce terror y vértigo, es dejarte llevar por la corriente del aire, del agua, del éter… hacia donde ellos -tú- saben -sabes- que has de ir, es ser capaz de albergar esa vacuidad que es la propia vida y que se crea y recrea constantemente a partir de las necesidades de Lo que ha de ser.
Negar lo que eres, reprimirlo, contenerlo, apartarlo, desviarlo, constreñirlo, querer ser otra cosa… y las mil y una estrategias que tenemos de agarrarnos a ello y no desprendernos es desconfianza en la Vida. Es ignorancia y egoísmo. Son ínfulas de poder que enmascaran un miedo a la entrega de lo que somos, un terror al abismo de lo que somos, sin saber que jamás descubriremos nuestra totalidad y nuestra luz ni seremos realmente felices si no soltamos el ideal y aceptamos la realidad. Que jamás seremos desierto, océano o firmamento si no somos el grano, la gota o la estrella totales que somos.
De ahí que sea mucho más saludable mirarnos a los ojos -una de las puertas a nuestra alma-, sentir nuestro vientre, abrir nuestro corazón, calmar nuestra mente y decirnos: «muy bien, esto es lo que hay, esto es lo que soy, puedo no entenderlo, puede no gustarme incluso, pero éste es mi camino y es el que debo seguir».
Claro que todo este proceso no viene de un día para otro y, evidentemente, se cimenta en una práctica continua de aceptación, entrega y confianza en la vida, una práctica que se nutre de un constante autoconocimiento físico, emocional y mental -vital, en definitiva. Porque es entonces cuando, progresivamente, desaparece el miedo y aparece el amor.
Por eso cuando nuestras tripas han digerido lo que negaban, se abren en profundo éxtasis vital y sexual con lo que acontece; cuando nuestro corazón no teme mostrar su vulnerabilidad y fragilidad, se halla dispuesto al abrazo compasivo y global que abarca cualquier forma de vida; y cuando nuestra mente ha abandonado el sempiterno juicio y los condicionamientos egoicos, encarna la sabiduría que es; en una tríada que acaba transmutándose en una integridad circular que se retroalimenta, al estar conectada a la propia vida, manifestada en su totalidad. En resumen, cuando desarticulamos el miedo al que nos asimos para no entregarnos, surge la Vida en su máxima expresión en ti y todo se vuelve una constante celebración.
En verdad no hay nada más poderoso que un vientre en calma y en constante movimiento enérgico, nada más compasivo y enriquecedor que un corazón entregado, confiado y generoso y nada más ecuánime que una mente hogar de la sabiduría que ha discriminado del conocimiento inútil aquello que necesita y es. Y todo ello unido en una sola presencia.
Éste es un ser total, una auténtica revolución, una manifestación de la vida realmente completa y libre, el ser que buscamos y que, en verdad, tenemos a la vuelta de la esquina. Éste es el ser que somos cuando nos vaciamos y no somos nada y, en consecuencia, somos todo, viviendo en una comunión fértil y desplegada de la vida. Cuando somos el grano de arena en la inmensidad del desierto, la gota de agua en lo abisal del océano, la estrella en la infinitud del firmamento. Y al tiempo descubrimos que somos desierto, océano y firmamento. Así que aceptémonos, abracémonos, integrémonos, sin fisuras, sin rechazos, sin equipajes, en un abrazo profundamente conmovedor por lo que somos y es, lo mismo en realidad.
Y éste es el destino que a todos nos espera, ésta es la senda que todos recorremos, éste es el fin último de la existencia: ser quienes somos y permitir que esa original, única y exclusiva manera que tiene la vida de hacernos se actualice en nuestra existencia, se encarne, descienda de la conciencia y se funda con la energía para manifestarse en un abrazo de reencuentro, en una disolución de las fronteras del querer ser del ego frente al ser del Espíritu, en una simple sensación de que todo está bien que nos mantiene en una vacuidad sin límites donde puede emerger, en un eterno presente sin tiempo, absolutamente todo.
Fotografía: Sáhara 2003, mi primer encuentro con el desierto.
Soltar y exhalar para tomar e inhalar
En la práctica de la respiración todo empieza por una exhalación.
Igual que al nacer somos exhalados por la Vida -y nosotros inhalamos- y al igual que al morir exhalamos -y la Vida nos reabsorbe de nuevo inhalándonos-, todo el yoga es un proceso de soltar, de desapego, de entrega, de rendición, de purificación y simplificación. Para in-corporar (hacer cuerpo) una nueva forma, primero nos desprendemos de la antigua.
Igual que las hojas de los árboles durante el otoño, podemos aprender profundamente de la naturaleza cuando sentimos la confianza que los árboles tienen al entregar sus hojas, al soltar sus frutos, al regalar sus flores: toda la belleza para la que han sido creados, toda la belleza para la que han sido destinados la regalan, la ofrecen para deleite y gozo de todos los seres.
En el proceso de soltar apegos, salimos de los automatismos de perseguir el deseo de lo que nos gusta y evitar el rechazo de los que nos disgusta. A menudo, nuestros apegos y nuestras aversiones se basan en la impresión que una memoria ha dejado en nuestra sustancia mental y, ante el estímulo -nuevo y único cada vez- re-producimos la experiencia primigenia, en lugar de responder desde la libertad y la creatividad de ese presente.
En el yoga aprendemos a soltar, aprendemos a dejar, porque esas identificaciones que creemos que nos otorgan identidad, aquello que soltamos, aquello que no queremos dejar es lo que nos está limitando, lo que no se está aprisionando y ocupando un espacio y energía que no le pertenece y que nos impide que esté disponible para otros fines más acordes con lo que es nuestra verdadera naturaleza.
En cambio, cuando somos capaces de entregar, cuando somos capaces de ofrendar, cuando somos capaces de rendirnos y ponernos al servicio -pues toda existencia es un acto de servicio- entonces dejamos espacio para esta nueva inhalación, entonces dejamos espacio para esa nueva vida, entonces dejamos espacio para que el ser que somos florezca en todo su potencial y emane desde lo más profundo lo ya establecido en su manifestación.
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Yoga de la purificación
Nuestro trabajo de yoga trata de purificar nuestros sentidos y purificar nuestra mente: purificar nuestros instrumentos de percepción y asimilación para que entonces la mirada hacia adentro y la mirada hacia fuera sean nítidas, transparentes y claras.
Cuando soy capaz de observar y ver la realidad (ver es conocer), puedo ver cuánto de mí hay en ella. Cuando soy capaz de observar interiormente, depiel a adentro, puedo ver cuánto de eso que habita en mi interior proyecto a mi realidad.
Puedo empezar el trabajo por uno u otro punto de partida. Sin embargo, iniciarlo hacia dentro siempre es mucho más seguro y trae menos fricciones que trabajar hacia fuera.
Si quiero equilibrio, si quiero construir unas mejores relaciones a mi alrededor construyo una buena relación conmigo misma (me trato bien, me cuido, me dedico tiempo y espacio, cuido mi oasis interno, mi silencio).
Si quiero que mi vida se convierta en el lugar de armonía, belleza y amor que sé que es la realidad de la existencia, mi atención se dirige a cultivar ese jardín interior que es la manifestación del Ser dentro.
El yoga es un camino íntimo de autoconocimiento, un camino anónimo e invisible que templa el acero de tu espada de luz, la cuerda de tu instrumento y afina su nota, define los colores de tu paleta, ordena la danza de tus células y abraza las múltiples formas de manifestación de tu sola esencia.
El yoga es un camino que recorro a través de la práctica, a través del canto, a través de la autoindagación y a través de la entrega. Y ahí es donde podemos realmente abrir los brazos y permitirnos eclosionar para ser besados por la vida y dejarnos atravesar por el Ser para que manifieste en nosotros aquello que ha venido a devenir.
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Sri Aurobindo: Psicología del yoga
«El yoga no es un invento moderno de la mente humana, sino nuestra posesión más antigua y prehistórica. El Veda es nuestro más antiguo documento humano existente y el Veda, desde un punto de vista, es una gran recopilación de consejos prácticos sobre el yoga. Toda religión es una flor de la cual el yoga es la raíz; toda filosofía, poesía y las obras de los genios lo usan, consciente o inconscientemente, como un instrumento.
Creemos que Dios creó el mundo por el Yoga y por el Yoga Él lo atraerá a sí mismo nuevamente. Yogah prabhavapyayau: yoga es el nacimiento y el fallecimiento de las cosas. Cuando Sri Krishna revela a Arjuna la grandeza de Su creación y la manera en que Él lo ha construido a partir de su ser mediante una reconciliación de opuestos lógicos, él dice Pasya me yogam aishwaram: mira mi divino Yoga.
Por lo general, atribuimos un sentido más limitado a la palabra; cuando la usamos o escuchamos, pensamos en los detalles del sistema de Patanjali, de respiración rítmica, de formas peculiares de sentarse, de concentración de la mente, del trance del adepto. Pero estos son simplemente detalles de sistemas particulares. Los sistemas no son la cosa misma, más que el agua de un canal de riego no es el río Ganges.
El yoga se puede hacer sin el menor pensamiento en la respiración, en cualquier postura o sin postura alguna, sin ninguna insistencia en la concentración, en plena condición de vigilia, mientras caminas, trabajas, comes, bebes, hablas con otros, durante cualquier ocupación, durmiendo, mientras sueñas, en estados de inconsciencia, semi-consciencia, doble consciencia.
No es una panacea o un sistema o una práctica fija, sino un hecho eterno basado en procesos sobre la naturaleza misma del universo.
Sin embargo, en la práctica, el nombre puede estar limitado a ciertas aplicaciones de este proceso general para fines específicos y definidos. El yoga se basa esencialmente en el hecho de que en este mundo nosotros somos uno en todas partes, aunque divididos; uno aunque dividido en nuestro ser, uno aunque dividido con las demás criaturas de todo tipo, uno aunque todavía dividido con la existencia infinita que llamamos Dios, Naturaleza o Brahman.
El yoga, en general, es el poder que el alma en un cuerpo tiene de entrar en relación efectiva con otras almas, con partes de sí mismo que están detrás de la consciencia despierta, con fuerzas de la Naturaleza y objetos en la Naturaleza, con el Poder y la Beatitud y la Inteligencia Suprema, que gobiernan el mundo ya sea por esa unión en sí misma o por el propósito de aumentar o modificar nuestro ser, conocimiento, facultad, fuerza o deleite manifestados. Cualquier sistema que organiza nuestro ser interno y nuestro marco externo para estos fines puede llamarse un sistema de Yoga.»
Sri Aurobindo: Psicología del yoga
Definiciones de yoga según TKV Desikachar en El corazón del yoga
Considero El corazón del yoga de TKV Desikachar uno de los libros fundamentales para cualquier persona que quiera profundizar en el yoga desde una perspectiva sencilla y muy profunda al mismo tiempo.
En mi primera formación de yoga, hace ya casi 15 años, me recomendaron este libro. Al principio me resultó aburrido. ¿Por qué? Porque mi mente buscaba información enrevesada, abstracta, casi inmanejable sino por las mentes preclaras y muy avezadas al debate filosófico y su sencillez me resultaba insostenible.
A los pocos años, volví a él y lo devoré con gusto, lo diseccioné, lo exprimí, lo subrayé, lo estudié, le extraje hasta la aparente última gota… y a día de hoy me sigue sorprendiendo.
Siempre lo recomiendo a mis estudiantes grupales, a los individuales, a los profesores, a los yogaterapeutas… y la última recomendación ha sido a raíz de la formación que empiezo a impartir en Lleida este fin de semana.
Hoy estoy de nuevo con él. Como quien está con alguien a quien ama desde hace mucho, alguien con quien sólo con cruzar una mirada aparece la comprensión, alguien en cuyos brazos descansas sin nada que temer, ocultar o aparentar; alguien que te inspira una confianza absoluta… he vuelto a él y así estoy en su compañía.
Amo su sencillez, su precisión, su claridad, su universalidad y oso decir que, como Patañjali en los Yoga-sūtra, Sir tenía la capacidad de explicar el concepto más profundo del universo de la forma más nítida, menos inducible a error -porque significa eso y no otra cosa- y lo suficientemente abierta y universal para que cualquier estudiante lo entendiera. Así que, como en cientos y miles de enseñanzas del mundo del yoga, GRACIAS Sir y GRACIAS Sri por ofrecernos la inmemorial sabiduría para el conocimiento y experiencia de todos los seres.
Dicho esto, la intención de este artículo es comentar las definiciones que TKV Desikachar ofrece en el capítulo I de El corazón del yoga.
Personalmente entiendo el yoga desde una multiperspectiva que engloba diferentes aspectos de mi visión del mundo.
La idea de «reunirse», «unirse» y «atar juntos los filamentos de la mente» me resuena en la capacidad de congregar a nuestra dispersada mente en una atención simple y sencilla hacia el presente.
Como dice Desikachar, esa toma de conciencia previa a una sesión -como estudiantes o yogaterapeutas- en la que nos conectamos con algo más grande y profundo que la conciencia ordinaria de vigilia. Y así, desde el principio, descubrimos otra realidad, a menuda oculta cuando lo externo nos arrastra demasiado. Con mis alumnas, este año, introduzco un ejercicio sentado de atención, centramiento y canto védico al inicio de la sesión para que reseteen su mente y empecemos desde un lugar distinto y sea este el punto de partida y referencia durante la práctica.
La definición de «alcanzar lo que antes nos fue inalcanzable» me resuena mucho en tanto proceso evolutivo. La relaciono con la repetición -que siempre es nueva porque a cada instante es única-, la perseverancia, la constancia, el gota a gota que horada la roca y es el proceso vivo que permite que seamos testigos de dónde y cómo estamos ahora respecto a cuando empezamos a practicar o estudiar y a proyectar hacia dónde vamos como dirección de intención. Algunas de mis alumnas son ya veteranas y ellas mismas han experimentado en sí este proceso paulatino de mejora en lo físico, lo perceptivo, el mental e incluso algunas en el hallazgo de su propósito vital.
Creo que la definición relacionada con la atención plena al momento presente es fundamental para la vivencia y comprensión de la necesidad de purificación de los órganos de los sentidos, los órganos de acción y la propia mente para que sean instrumentos útiles y óptimos. Y la futura comprensión de la naturaleza de la mente. Baso mucha de mi transmisión durante las clases en los Yoga-sūtra, de modo que esta definición me gusta esencialmente. Les hablo de Puruṣa y Prakṛti, de Brahman y Atman… pero al final lo importante es que sientan realmente que son algo más que las identificaciones que han creído ser y en ese sentido la conexión con la atención plena, el descubrimiento del flujo de la vida, la sensación del no esfuerzo sino del esfuerzo justo -desde la distancia justa y ejerciendo el tono justo- y la vivencia de la entrega permiten salir del vértigo del vacío existencial e ir estableciéndose en esa unión dentro-fuera de la que habla el yoga.
Por último, la definición que realmente más me conmueve es la de la «ser uno con el Divino». Yo practico yoga por esa unión. Todo mi estudio, mi práctica, el canto… mi propia vida cuando está impregnada de yoga está consagrada a agradecer, honrar, extasiarme y dejarme mecer y sostener en los brazos de lo Divino. Y en esa aparente dualidad, descubro que en una instancia muy lejana -e inmediata, por otro lado- y muy profunda -y evidente, por otro- somos Uno. Y Eso es Esto. Y Esto es Eso. Y entonces todo se entiende y todo cobra sentido. Y desaparece la dualidad y, por ende, el sufrimiento. Y que cuanto más me entrego, más familiarizada estoy con esa experiencia y más puedo percibir Eso Divino, Ese Un Solo Sabor en todas partes.
Esto es lo que, en última instancia, se destila en mis clases: el sabernos instrumentos de algo mucho mayor y algo mucho más esencial y permanente y eso es lo que me gustaría que mis alumnos entendieran por yoga. Que todo el conjunto de prácticas, libros, estudios, técnicas, herrramientas y recursos… que pueda transmitir nos conduzcan a esa experiencia.
La importancia del mantra en la práctica de yoga
Tradicionalmente el yoga se dirige hacia una purificación de lo mental, para que podamos discernir lo impermanente de lo permanente, lo puro de lo impuro, la que aporta apertura de lo que conlleva constricción y lo que es esencial de lo que es accesorio.
Para ello, ofrece vías y guías según el estudiante, las más conocidas de las cuales son el kriyā yoga y el aṣṭāṅga yoga, del que Patañjali habla en el libro II de los Yoga Sūtra.
En estas pautas que nos recomienda, la recitación del mantra aparece citada en varios sūtra a lo largo del libro en sus diferentes capítulos. Esto es así, porque en la tradición, la forma suprema de svādhyāya es la recitación del mantra. Desde la tradición sāṃkhya y del yoga, se considera que el conjunto anidado sonido-éter-oído-habla es una emanación de nuestra naturaleza más profunda que va progresivamente encarnándose (haciéndose materia concreta) desde las cumbres supremas de nuestro ser esencial hasta nuestro cuerpo.
De modo que si el sonido viaja por el éter, llega al oído y se convierte en habla en una transmutación, nosotros podemos practicar una transformación en camino inverso y complementario: recitar mantra (habla) para purificar y afinar sentidos y mente (oído) para experienciar el éter (espacio) y conocer la verdadera naturaleza del sonido como emanación del Ser que somos.
Es decir, recitar y cantar mantra-s es recitar y cantar a aquello que somos, de modo que ese conocimiento del que habla svādhyāya se realiza de forma completa. Recitar y cantar mantra-s es un viaje de autodescubrimiento que nos ayuda a desbloquear el prāṇa congestionado y le permite fluir: nos permite eliminar las impurezas físicas, emocionales y mentales con la activación del apāna vayū, facilita la lucidez mental y ese flujo nos vitaliza y energetiza para la vivencia de experiencias y realidades más profundas y sutiles.
El canto de mantra-s está asociado al establecimiento en mūla: una florece en su absoluto potencial y se convierte en el instrumento a través del cual la vida se realiza de modo completo y único en cada una de nosotras, cada una con su nota, su color, su tono, su cadencia, su ritmo y su expresión.
Al invocar (in-voz) hallamos nuestra voz (voc-ación).
Esta herramienta ancestral del yoga, la principal en la antigüedad, tan potente y muy desconocida en occidente (el canto védico no son kirtans con instrumentos) requiere de la guía experta de una persona bien conocedora y practicante de samantraka (la utilización del mantra en la práctica de āsana y prāṇāyāma) y formada en canto védico ya que las reglas de recitación han de estar presentes y son imprescindibles para garantizar la vibración sanadora del mantra.
Si quieres experimentar esta aventura hacia tu interior y a tu expresión en el exterior, te invito a que te animes a recibir clases individuales presenciales o por Skype. Si sois un grupo de personas interesadas, podemos organizar un grupo y si queréis profundizar también ofrezco el programa de Estudio de Yoga Sūtra y canto védico (con la posibilidad de cursar únicamente sutras o canto).
Que tu práctica sea tu oración
Que tu gesto sea la gratitud a los reinos precedentes que permitieron tu ascenso a lo humano.
Que lo mineral, lo vegetal, lo animal, lo humano, lo anímico y lo espiritual convivan simultáneamente en ti.
Que tengan su espacio. Que alcancen su vibración suprema.
Que tu práctica sea tu oración. Que cada gesto, cada pensamiento, cada palabra, cada acto sean una manifestación de la Conciencia a cada instante.
Que actualices, aquí y ahora, por siempre y para siempre, Quién Eres y Qué Se Ha Venido a Realizar en Ti.
Que tu práctica sea tu oración. Que recuerdes siempre que sólo existe lo Único Sólito e Infinito y que los seres somos Su Experiencia, aquello a través de lo cual Eso puede vivenciarse y nosotros gozamos de la posibilidad de vivenciar el Amor con Discernimiento como Re-conocimiento de Aquello que Somos.
Que tu práctica sea tu oración. Que cada vez que veas a un Hermano Humano sepas que en el fondo de sus ojos, en lo profundo de su alma, en lo insondable de su conciencia, Tú y Él sois Lo Mismo y Él Mismo.
Que tu práctica sea tu oración. Que siempre puedas despertar y así toda la Humanidad pueda estar cada vez más cerca del Reino de los Cielos, ése que está delante de nuestros ojos, esa Realidad que sólo -y cuánto- es el fruto de nuestro Corazón y Conciencia.
Que tu práctica sea tu oración. Que siempre puedas honrar, amar, gozar y hacer de tu vida una Manifestación Única, ésa que sólo eres tú y es necesaria en la sinfonía humana y evolutiva.
Que tu práctica sea tu oración. Que siempre puedas pulsar entre Eso y Esto y encuentres la Música entre ambos… y dances… y goces… y vivas… y ores… y que tu Vida sea tu Creación, tu Gran Obra, tu Entrega, tu Ofrenda y tu Sacrificio. Que puedas ser y encarnes el Sagrado Oficio de Vivir para Servir.
Que tu práctica sea tu oración.
Om shanti
Los secretos de un Arte
Lo que significa y supone para una persona cursar la formación de yoga terapéutico PranamanasYoga no es algo que pueda circunscribirse a las palabras. Aún así, intentaré describirlo desde cuatro perspectivas diferentes.
La primera es el proceso individual interior que sucede mientras transcurre la formación. Este proceso es algo concreto (a través de tu autopráctica), algo vivo, que va aconteciendo, que va calando en ti y va generando cambios y posibilidades que antes permanecían veladas y encubiertas o eran desconocidas. Va dándose una mayor capacidad de establecimiento en el Ser que eres y desde ahí se da también una revisión de las tendencias que lastran tu evolución como individuo. Y se te acompaña en el camino de liberación de tu ego y de conquista de tu Ser.
No es ningún método, ni se da ninguna indicación, ni existe ninguna receta.
Sencillamente, es una evidencia, una certeza.
Sucede.
Te conviertes en una mejor persona.
Para ti y para el mundo.
Conectas con tu verdadero propósito vital.
Con tu Voc-ación (la acción a la que has sido llamad@, in-vocad@).
Te conviertes en el instrumento de Vida que eres.
Esto, por sí mismo, es ya pletórico.
Este re-conocimiento de lo que eres esencialmente es posible porque Víctor y Grazia te invitan a experimentar, a vivenciar, a comprometerte, a Ser en completitud e íntegramente, con tus luces y sombras, con tus ritmos y frecuencias y amorosamente te ofrecen su mano para que recorras con ellos el puente que separa lo egoico y diferenciado de lo esencial y unido. Mi eterno y respetuoso agradecimiento a su vivo ejemplo y modelo de seres comprometidos profundamente con todo lo humano. Son Pura Vibración y Manifestación Evolucionada.
Pero aún hay más.
Desde una segunda perspectiva, en el ámbito personal exterior, como profesional del mundo del yoga, la formación de Pranamanas Yoga Terapéutico te dota de información, de conocimientos, de capacidades, de herramientas y recursos para el desarrollo de tu profesión desde un punto de vista más holístico, integral, abarcante y comprehesivo.
También es una formación profundamente innovadora. Se aprende a individualizar una práctica utilizando diferentes herramientas del yoga (âsana, respiración, mantra, mudra, sankalpa, visualizaciones…). Se adquieren las destrezas en la combinación de los elementos necesarios para crear un todo que responde a los objetivos demandados por el alumno. Se aprenden los secretos de un Arte.
En la práctica, es tan verdaderamente (r)evolucionario, que los alumnos a quienes acompañas y cuyo camino facilitas y transitas reconocen ese plus de esencialidad y síntesis. Tus clases grupales se impregnan de ese halo de sanación y de práctica sencilla y efectiva (menos es más) y tus clases individuales se transforman en un espacio terapéutico desde el cual abordar las dificultades personales de los alumnos y facilitar procesos de sanación con extraordinarios resultados.
Desde la tercera perspectiva, la colectiva interior, la del grupo, Pranamanas es pura magia. Lo que sucede sólo puede comprenderse si se Es y se Está. Y eso es lo que acontece en el grupo. A partir del segundo o tercer seminario, se establece una Com-Unión (común unión) que ya queda grabada por siempre en nuestro corazón. Mi historia es la de Ellas. La de Ellas es la Mía. Porque hay un Solo Corazón que Habla y Escucha. Porque lo Particular es Universal. Porque Yo soy Ellas y Ellas son Yo. Porque nunca hubo diferencia. Porque no es casual que estemos allí. Y sus heridas son las mías. Y nuestra sanación es la de todas. Es el Alma Grupal. Tan hermosa, tan poderosa, tan sanadora, tan plena de matices únicos, de tonalidades magníficas, un bello arcoiris donde todas brillamos por puro amor y reconocimiento, una hermosa sinfonía donde cada una damos nuestra nota de la forma más armónica posible.
Granos de arena reconociéndonos desierto sin dejar de ser granos.
Gotas de agua reconociéndonos oceáno sin dejar de ser gotas.
Estrellas reconociéndonos universo sin dejar de ser estrellas.
Porque cuando estamos juntas sucede el milagro y la certeza de que todas somos Uno, de que no hay Yo y Ellas, sino Pura Vida Viviéndose en la Existencia Común.
Mil caras. Una Historia: la del Amor y la Sanación, la de la Escucha desde el Corazón.
Ése es nuestro gran Regalo.
El que unas nos hemos ofrecido a las otras.
Y que Víctor y Grazia han facilitado y presenciado.
Y también se lo ofrecemos a ellos.
Y la última perspectiva desde la que quiero valorar/describir mi experiencia es la colectiva exterior. Es decir, en una sociedad mercantilista atestada de cientos de loquesea-yoga, Pranamanas ofrece autenticidad, síntesis, un verdadero yoga (unión). Una integración de la esencialidad de la tradición yóguica más sólida (Krishnamacharya) y de los caminos de sanación que recogen la experiencia ancestral de toda la humanidad pero que son, al mismo tiempo, innovadores y actuales (neurociencia, psiconeuroinmunología, sintergética, sanación energética, movimiento orgánico consciente…). Y eso es una gran oportunidad para ofrecer un acompañamiento integral y desarrollar un verdadero camino sanador a través del yoga. Pranamanas es la catapulta desde la que se lanza un nuevo concepto de autogestión de la salud y una red de yogaterapeutas que trabajan interdependientemente con otros profesionales en el acompañamiento, prevención y cuidado de la salud individual y grupal.
Para acabar, sólo quiero recuperar lo expresado al inicio: una experiencia no puede explicarse. La Vida no puede explicarse. La formación en Pranamanas no puede explicarse. Cuando la limitamos a la frontera de las palabras y conceptos, surge la dualidad y separatividad de la Experiencia, de la Presencia, de la Realidad Total de Lo Que Es. Porque eso es lo que es Pranamanas: Experiencia Pura, Vivencia Absoluta, Conectividad Total.
Un abrazo a tod@s y mil gracias, Pranamanasyoga Yoga Terapéutico.